Niños y niñas de Chojasivi lideran su aprendizaje a través de la investigación

En la comunidad de Chojasivi, municipio de Pucarani, se llevó a cabo una significativa actividad educativa que destacó en la tradicional feria anual del colegio local. En este evento, se presentó la investigación titulada “Aprendiendo a ser investigadores”, que forma parte de una metodología de investigación liderada por niños y adolescentes.

La voz de los niños y niñas

Esta iniciativa, liderada por la candidata doctoral Jazmín Mazó dentro del marco del proyecto CReA de la Universidad Católica Boliviana, busca explorar el concepto del “vivir bien” desde la perspectiva de niños y niñas. Durante más de un mes y medio, alrededor de 45 estudiantes de tercero, cuarto y quinto de primaria recibieron formación sobre los fundamentos de la investigación, incluyendo consideraciones éticas, derechos, elaboración de preguntas, y el uso de técnicas como la observación, el fotovoz y las entrevistas.

Fotografía, análisis y descubrimientos

Los niños y niñas presentaron los resultados de su trabajo, que incluyó fotografías y análisis básicos sobre temas de gran interés para ellos, como la familia, los amigos, la naturaleza, el trabajo y la alimentación. Este enfoque permitió desarrollar habilidades críticas desde edades tempranas y facilitó su comprensión sobre el proceso de investigación.

Un paso hacia el futuro

El proyecto “Aprendiendo a ser investigadores” se perfila como una herramienta transformadora para que los niños no solo comprendan el valor del conocimiento, sino que también sean protagonistas en la creación del mismo. La actividad no solo empodera a las comunidades locales, sino que también conecta ideales académicos con realidades cotidianas, uniendo esfuerzos para construir una sociedad más inclusiva y participativa.

El éxito de esta experiencia refuerza el compromiso del proyecto CReA de conectar la investigación académica con la vida cotidiana, promoviendo una educación más significativa y participativa en las zonas rurales del país. También confirma el potencial de los niños como investigadores, dejando el camino preparado para que, en 2025, el proyecto evolucione hacia una metodología más sólida y adaptada, ampliando su alcance y su impacto.